Tu herida quironiana
¿Dónde te duele Quirón?
Con Quirón en cada casa tengo un miedo al rechazo diferente. Siento que hay algo «que está mal». Te proyecto mi herida, mi sombra quironiana. Pero si soy consciente e integro la herida, puedo sanarte justo allí donde yo siento el dolor.

¿Víctima? ¿Victimario? ¿Sanador/a?
Las heridas físicas se ven a simple vista; las del alma requieren introspección. Cuando no somos conscientes de nuestra herida quironiana -el emplazamiento de Quirón en nuestra Carta Natal– oscilamos a lo largo de nuestra vida entre el papel de víctima y el de victimario. Desde el momento en el cual empezamos a incorporarla podemos realizar nuestro Trabajo de Sombra, desarrollar nuestra resiliencia y convertir todo ese dolor en una herramienta muy positiva en nuestra relación personal y con los demás.